Es creencia de muchas culturas y filosofías que cuando el tercer ojo se activa, el individuo comienza a ver todas las criaturas a su alrededor y sus actividades en el éter, aproximándose mucho más a las causas y realidades de la vida. Ve lo que son exactamente sus pensamientos y qué sucede con ellos, utiliza y controla su aparato pensante para propósitos mayores.
Darío realizando su (propio) “tercer ojo”.



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